El Naam Yoga o la sanación a través del sonido es una de las técnicas más poderosas que se ha usado desde la antigüedad. La santidad del sonido es reconocida incluso en el viejo testamento y en las tradiciones hindú, griega y egipcia. El sonido representa la importancia espiritual en la relación que el humano tiene con la naturaleza, consigo mismo y en la interconexión de todo.
Si nos vamos a la física cuántica, veremos que todo en el universo tiene una vibración, resultado del movimiento de electrones y protones de cada átomo. En este sentido, se considera el sonido como la primera forma de energía y la manifestación primordial del universo.
Partiendo de que el cuerpo humano se compone de 70% de agua y de que este elemento es uno de los mejores conductores de sonido, queda claro que comunicar con las células a través del sonido va a tener efectos muy claros.
Desde que estamos en los fluidos de la matriz somos sensibles a la vibración, convirtiéndonos en un canal igual que un instrumento.
El sonido y sus pulsaciones mueven, penetran y transforman. La sanación a través de sonido ayuda a desbloquear y armonizar nuestra energía a un nivel físico, emocional y mental.
Durante una sesión de Naam Yoga, también conocida como baño de sonido, normalmente los participantes se estiran sobre una esterilla de yoga, con el apoyo de un cojín de yoga o manta, y simplemente escuchan como el experto toca ciertos instrumentos y crea sonidos en harmonía.
Gongs, cuencos tibetanos, diapasones y tambores son los instrumentos comúnmente utilizados. En la sesión, también se pueden hacer ejercicios de canto vocal, mantras, respiración y visualización.
Entre los muchos beneficios de la sanación a través de sonido, encontramos que:
- Ayuda a mitigar la tensión, el estrés y la ansiedad. Aporta calma y niveles de energía más altos.
- Restaura la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial
- Ayuda a integrar los dos hemisferios del cerebro. Da claridad mental y estimula la intuición y la creatividad.
- Activa el poder de auto-sanación del cuerpo, pudiendo aliviar dolores físicos y desequilibrios en la salud.
- Mejora la profundidad del sueño, la meditación y el trabajo con sueños.
En un baño de sonido, la comunicación en nuestro cuerpo se establece a través del lenguaje sagrado del sonido y nuestras células se conectan y se activan a un nivel más profundo, optimizando el fluir de las energías en las partes del cuerpo que más lo necesitan.