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Conoce la Fundación Radika: Yoga para trauma

Feb 14, 2019

Hoy en YogaYe, estamos muy orgullosos de presentaros la Fundación Radika y a su presidenta María Macaya.

 María Macaya practica yoga desde hace veinte años, es profesora de Jivamukti avanzada de 800 horas, y fundadora y presidenta de Fundación Radika. Nació en Madrid en 1974 y vivió allí hasta los diez años. Durante los 30 siguientes residió en Suiza, Estados Unidos, México, Inglaterra y Francia. Es licenciada en Historia del Arte y Relaciones Internacionales por la Universidad de Tufts (Boston), y máster en Crítica de Arte por la Universidad de Columbia (Nueva York) Desde hace cuatro años vive en Barcelona con su marido y tres hijos, allí da clases en la escuela de Jivamukti y dirige la Fundación Radika. 

 

¿Por qué Fundación Radika?

Todo empezó hace 4 años cuando estuve impartiendo yoga en la sede de una organización sensacional que es Projecte Home Balears, en Palma de Mallorca. Eran 10 días dando clases a 250 usuarios, ex-drogodependientes, y me di cuenta que tenía que cambiar algunas pautas para que las clases fueran realmente útiles. Fue una experiencia increíble que produjo enseguida cambios positivos en los usuarios. En ese momento decidí que quería profundizar en el yoga como terapia complementaria para ofrecer este tipo de pautas a más personas.

¿Qué quieres decir con pautas distintas para que sea realmente útil?

El yoga ayuda mucho, a mi entre otras cosas me ha vuelto más pausada, más consciente de mi y de lo que me rodea. Para personas con trastornos traumáticos sin embargo, no todas las clases van a tener efectos positivos, necesita ser “yoga informado” que es lo que le llamamos al yoga que sirve como terapia complementaria. Un profesor formado en ésto, conoce los trastornos, sus efectos y sus síntomas, y con ese conocimiento determina unas pautas para ofrecer un espacio seguro donde las personas pueden procesar emociones, pensamientos y síntomas, pueda reestablecer una conexión con su cuerpo y con su intuición, y pueda retomar control de sus decisiones. El yoga informado está ideado para conseguir que la terapia convencional sea más eficaz.

¿Cómo te has formado para ésto?

Me formé en Estados Unidos y en Inglaterra. En Boston estudié con el Justice Resource Institute, que es donde empezó el yoga informado, con personajes como Bessel van der Kolk y David Emerson. Allí trabajan con veteranos de guerra, mujeres abusadas, niños abusados – y desde los ochenta han ofrecido yoga para complementar terapias y han ido haciendo estudios para analizar cual era la mejor forma de impartir estas sesiones. Lisa Danylchuk también ha sido muy importante en mi formación – es una psicóloga y profesora de yoga basada en Oakland. En Inglaterra estudié con Lisa Kaley-Isley, especializada en depresión, ansiedad y adicciones.

Hablas mucho del trauma – ¿Qué quieres decir con trauma?

Trauma en griego significa herida. La herida que proviene de un evento traumático, o un cúmulo de ellos: un accidente, la pérdida un ser querido, ser atacado, puede hasta ser algo que vemos o escuchamos. Estos eventos traumáticos se convierten en trauma cuando afectan negativamente nuestra manera de afrontar la vida: evadimos situaciones, nos invaden recuerdos que causan desasosiego, hasta nuestro sistema nervioso o nuestra cognición quedan afectados. Casi todos sufriremos por lo menos un evento traumático en nuestra vida, y para el 20% se convertirá en un trauma.

¿Si tuvieses que resumir cómo funciona este yoga informado, como lo harías?

Hay tres elementos esenciales. El primero es comprender que en muchos casos nuestra cognición ha quedado afectada. Está demostrado que si hay trauma, en el momento del evento traumático, las partes del cerebro que manejan el habla y la memoria se bloquean – por eso a menudo oímos a gente después de un accidente que dice que no se acuerda de lo que pasó. Pero sin embargo, como muestra B. Van der Kolk en el libro “El cuerpo lleva la cuenta”, nuestro cuerpo sí recuerda, y a través del movimiento podemos reactivar, y así recordar mentalmente y procesar. El segundo es que a menudo en adicciones, traumas, o enfermedades graves, la conexión con el cuerpo se pierde: es una parte nuestra que no nos protegió cuando tenia que hacerlo, o que trae recuerdos que preferimos olvidar. A menudo la recuperación es imposible si no reconectamos. Y en tercer lugar, informado quiere decir que usamos técnicas para que cuando se produzca esa reconexión y el recuerdo aflore, ocurra de una forma segura, y permita a la persona recuperar la confianza en si misma, la intuición de lo que le va bien, para que así pueda aceptarlo y procesarlo con su terapeuta.

¿Cómo hacéis para que estas técnicas lleguen a las personas que las necesitan?

Ofrecemos sesiones en instituciones que trabajan con personas afectadas, y también en centros de bienestar, y en sesiones privadas.

Y ésto ¿quién lo ofrece?

Pues hasta hace poco esencialmente yo sola, pero en noviembre formé a 30 personas en un curso intensivo de 20 horas de yoga para Trauma y algunos ya han empezado a trabajar con nosotros. Tenemos dos intensivos más planeados uno en Barcelona en abril y el siguiente en noviembre en Madrid. Los profesores de yoga que realizan estas formaciones o similares pueden aplicar para trabajar con nosotros.

Y ¿cómo se financia Radika?

Nosotros somos una entidad sin ánimo de lucro y cobramos por nuestras sesiones. Todo lo que ingresamos va para los profesores que imparten las sesiones o para mejorar nuestro trabajo. Tenemos precios fijos, pero comprendemos que algunas instituciones públicas o sin ánimo de lucro no pueden pagar el precio completo. La idea es no rechazar a nadie que necesite nuestro servicio. Las formaciones también son fuente de ingreso, al igual que las donaciones que recibimos (y aceptamos!).

¿Próximos pasos de Radika?

Formar y contratar a más profesores, ofrecer nuestras formaciones on line, y ofrecer formaciones para centros no especializados. En nuestras clases de yoga “normales”, por ejemplo las que ofrezco en Jivamukti Barcelona, muy a menudo nos llegan personas que han sufrido o sufren algún trastorno o desasosiego. Nuestro próximo curso será para preparar a profesores a reconocer y reaccionar ante un alumno que sufre de algún trastorno o una crisis.

 Si estás interesado en la iniciativa y si quieres apoyarla subvencionando sesiones de Radika, puedes hacer una donación a través de esta página. Y en vez de tirar tu esterilla de yoga, no dudes en dar la tuya, pues la Fundación Radika siempre necesita esterillas para sus clases de yoga. Enhorabuena a esta gran iniciativa. Por parte de YogaYe, te deseamos todo lo mejor. ¡Muchas gracias María!

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