Cuando hablamos de yoga usualmente hacemos referencia a sus beneficios fisiológicos y espirituales y apenas mencionamos cuánto favorece a nuestra psicología y ciertos aspectos cognitivos. El yoga es una magnífica forma de ejercitar el cuerpo y la mente, un modo efectivo para desarrollar una mayor consciencia de uno mismo, aceptación, y la habilidad de estar presente en el momento, además de tener un papel clave en la pelea contra el estrés.
El yoga es una forma de ejercicio que puede empezarse a cualquier edad –es excelente en la etapa de aprendizaje- y ser realizado por personas sanas, personas que padecen enfermedades, deportistas y atletas... y puede practicarse durante toda la vida. Puede ser además una estrategia para crecer y envejecer con éxito y mantener el cuerpo y la mente fuertes, la flexibilidad, el equilibrio, y las funciones de los órganos incluído el cerebro, todas capacidades que vamos perdiendo en la medida en que celebramos cumpleaños.
El camino del yoga tiene mucho que ofrecer, cualquiera sea la búsqueda de quien lo transita. Pero ¿cuáles son esos beneficios psicológicos y cognitivos específicamente?
Beneficios cognitivos
- Mejora la concentración
- Mejora la eficiencia en el aprendizaje
- Mejora la capacidad de memoria
- Promueve enfoques más precisos
- Aumenta la claridad mental
- Aumenta la capacidad de estar presente
- Reduce la sensación de sueño y los disturbios del sueño
- Reduce la ansiedad y sus efectos negativos
- Contiene la depresión
- Aumenta el sentimiento de bienestar
- Genera cambios positivos en el locus (lugar) de control
- Mejora la capacidad de enfrentarse a situaciones desbordantes o que nos ponen a prueba
- Reduce los efectos de experiencias traumáticas
- Promueve el pensamiento positivo