¿Qué sabes del simbolismo de este dios de aspecto simpático, cuerpo rechoncho y cabeza de elefante cuya imagen vemos con frecuencia en los centros de yoga? Según la mitología hindú, Ganesha es el hijo de la diosa Parvati y el dios Shiva, nacido mientras su padre estaba ausente en la guerra contra los asuras o demonios. Un día, Parvati encargó a Ganesha la custodia del palacio mientras ella se daba un baño. Fue justo en esos momentos que Shiva regresó a casa, para encontrarse con un joven al que no reconocía y que no le permitía la entrada a su propio hogar. Enojado, Shiva cortó la cabeza de su hijo sin saber quién era realmente. Más tarde y ante el llanto de la desconsolada madre, Shiva prometió a Parvati que bajaría a la tierra y repondría la cabeza de su hijo con la del primer ser que encontrase. Sí, exactamente, el primer ser con que se tropezó fue elefante. Como otras representaciones de dioses en el hinduismo, la figura de Ganesha es un arquetipo que contiene diferentes significados y simbolismos. Por un lado, es un símbolo del descubrimiento de la divinidad dentro de nosotros mismos y representa el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, entre la fuerza y la bondad. Por otro, simboliza la capacidad de distinguir entre la realidad y la ilusión: es decir, la sabiduría. Todas estas son cualidades que buscamos cultivar a través del yoga. Se dice que Ganesha tiene el poder de eliminar los obstáculos de nuestro caminomaterial y espiritual. Hoy en día, su imagen se puede ver frecuentemente protegiendo las casas en India, donde se lo invoca, por ejemplo, antes de hacer un viaje o un examen. Pues Ganesha es el dios de los caminos, la sabiduría y las letras, un dios que se tiene por protector y dador de buena suerte. También se lo conoce por el nombre de Ganapati. En el contexto de nuestra práctica de yoga, cantar un mantra dedicado a él, como Om Gam Ganapataye Namah, nos puede ayudar a invocar esa energía de superación de obstáculos que todos tenemos dentro.